Los niños, incluso los más pequeños, pasan muchas horas viendo la televisión, aunque parezca que no les interesa, que no miran, esta información la están recibiendo constantemente, ya que en muchos hogares la televisión esta casi siempre encendida. Peor aún es cuando la ven en soledad, sin que sus padres o algún otro adulto cercano comenten o maticen lo que están viendo. La televisión nunca puede sustituir las relaciones familiares, por eso durante las horas de las comidas y aquellas otras empleadas para las relaciones entre padres e hijos, la televisión debería estar apagada.
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De
todas maneras, el uso del medio televisivo es, principalmente,
responsabilidad de los padres, indican los especialistas en psicología
infantil. Las influencias nocivas para los niños sobrevienen, sólo si no
se está atento a la educación de los hijos. Las recomendaciones para
los padres incluyen desde limitar el tiempo dedicado a mirar televisión
(no más de una hora por día), hasta ver con ellos los programas y
comentarlos con sentido crítico. Leer Más...
EL TELEVISOR
El párrafo precedente se trata de “La oración de un niño”, extraída de un texto de Antonio Pérez Esclarín, de las escuelas Fe y Alegría – Venezuela. Leer más