Asumamos nuestra responsabilidad para dejar al descubierto los crímenes de explotación, abuso y discriminación contra los niños. Revelados en la cobertura mediática, el pánico de los niños soldados, los ojos tristes de los niños trabajadores y los dolorosos recuerdos de los niños secuestrados parecen decirle al mundo que ponga fin a esos demonios que actúan contra los más pequeños.
Asumamos nuestra responsabilidad para ayudar a construir un mundo adecuado para los niños. A través de las historias de tantos niños de diferentes partes del mundo sobre sus sueños, los medios de comunicación apelan a la comunidad internacional a llevar a cabo diligentes acciones a favor de todos los menores.
Que se iluminen los cálidos corazones de los niños.
Que se conecten los paralelos y meridianos con sus sueños.
Que las ondas de radio trasmitan sus voces.
Que todos los retoños primaverales crezcan vigorosamente en un mundo con amor.
